Info:
Las maquinas de la firma Zcorp trabajan con un material composite. Parecido al funcionamiento de la tecnología SLS, el material consumible principal para fabricar los prototipos viene en forma de polvo. La máquina deposita capas de polvo de grosor de 0,1mm. Una vez depositada la capa mediante un rodillo, un cabezal aporta un liquido (binder) donde debe ir la pieza, aglutinando el polvo y dejando sin tocar el resto del polvo de la cuba. Paralelamente a este binder, el cabezal va aportando también tintas de colores (similares a una impresora de papel) de forma que puede fabricar piezas multicolores.
Una vez la máquina ha terminado de poner capas, la pieza está fabricada pero aún sumergida en la cuba con el resto del material consumible. Estas impresoras 3D llevan un sistema incorporado para aspiración de este polvo sobrante, el cual se devuelve a la máquina para ser reutilizado. De esta forma, obtenemos las piezas limpias y no debemos limpiar ninguna otra estructura de soporte ya que el propio polvo sostenía la pieza durante su fabricación.
Extracción del prototipo de la cuba llena de polvo Maquina preparada para trabajar
El material composite no es lo suficientemente resistente para que la pieza pueda ser manejable, transportarla etc. Es necesario un post-procesado de la misma por el operario. Básicamente se basa en un infiltrado de la pieza con la aplicación de una resina, incluso por la técnica de inmersión de la pieza. Dependiendo de la resina utilizada, tendremos unas características mecánicas diferentes, para aplicaciones funcionales o simplemente piezas estéticas.
Una de las grandes ventajas de esta tecnología y donde ninguna otra ha llegado, es la posibilidad de fabricar piezas multicolores. Realmente las piezas dan un resultado muy vistoso, lo que es muy apreciado en todos los sectores industriales y es vital en algunos como los mercados de Arquitectura. El acabado de la pieza tiene cierta rugosidad propia del polvo composite pero los resultados son válidos para presentaciones, ferias, etc.